navio
02/05/2013, 09:59
Un guardia civil ingresa tres meses en prisión "por desplazar hacia atrás" a un superior [Only registered and activated users can see links] Dos agentes de la Guardia Civil. (ARCHIVO)
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Un tribunal militar ha castigado a un agente destinado en Las Palmas por encararse con un cabo.
Varios compañeros, un teniente y un capitán declararon incluso a favor del agente sancionado.
El guardia civil ha llevado su caso ante el Constitucional.
Un guardia civil de 30 años, Juan C.A., ingresa este jueves 2 de mayo en la prisión militar de Alcalá Meco (Madrid) por cumplir las órdenes de su capitán, según quienes testificaron a su favor. El tribunal militar que le juzgó, en cambio, lo encarcela por "insultar a un superior". Aunque la sentencia no recoge el insulto, dice que el agente "desplazó hacia atrás", lo que se supone que es un empujón, al cabo Jiménez.
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El castigo: tres meses y un día de reclusión. Casualmente, Juan ingresará en prisión el mismo día que termina su reclusión el militar Jorge Bravo, condenado a un mes y un día de "privación de libertad" [URL="[Only registered and activated users can see links]"]por criticar los recortes en Defensa ([Only registered and activated users can see links]-twitter) en los medios de comunicación.
Varios guardias protestaran a la entrada de la prisiónEl caso del guardia civil ha levantado ampollas en la asociación mayoritaria del cuerpo, la AUGC ([Only registered and activated users can see links]), que le acompañará en su ingreso en prisión en una protesta simbólica en las puertas de centro. La AUGC defiende que Juan, casado y sin hijos, solo hizo su trabajo y cumplió las órdenes de su superior. Todo se remonta al 2 de junio de 2010 en el municipio canario de Arguineguín (Las Palmas), cuando los agentes hicieron una operación contra el menudeo de drogas y se llevaron al cuartel a varios sospechosos para identificarlos.
Esto provoca que amigos y familiares de los detenidos, "cerca de 300 personas", explica un compañero de Juan, se presenten en el cuartel, "en una plaza en mitad del pueblo" para protestar. En realidad la Benemérita no tiene un cuartel, sino que utiliza unas dependencias municipales para su trabajo en la plaza de Los Poetas.
"No hables con esa chusma" Juan formaba junto a otros agentes parte del dispositivo de seguridad para evitar que se produjeran daños en el cuartel. El cabo Jiménez, según su denuncia, le pidió al agente Juan que "no entablase conversación con ninguna de las personas allí presentes, a fin de evitar que la gente se alterara más de lo que estaba". Juan le contestó desafiante: "yo solo recibo órdenes del capitán, tu no eres nadie para hablar conmigo ni darme órdenes". Después, le alzó el puño con la intención de agredirle, propinándole un empujón en el hombro izquierdo que casi le hizo perder el equilibrio y dicéndole "te doy una paliza que te mato, hijo de la gran ****".
La versión de los compañeros de Juan difiere mucho de la del cabo. Hasta nueve guardias declararon que Juan nunca faltó el respeto al ciudadano "que parecía ser el cabecilla de la multitud", al que intentaba explicar por qué se había detenido a una de las personas que estaban dentro del cuartel para ser identificada. Y que fue el cabo Jiménez quién se dirigió al agente para decirle "no tienes que hablar con la gente, deja de hablar con esta chusma". A lo que Juan le respondió que recibía órdenes del capitán, que les había recomendado "dialogar y no hacer ninguna demostración de fuerza".
La versión de los compañeros de Juan difiere mucho de la del cabo La cosa no quedó así, y el cabo le denunció el 8 de junio de 2010. El Tribunal Militar Territorial Quinto consideró probado que el guardia civil increpó a un cabo y le propinió un empujón que "le desplazó hacia atrás". La sentencia fue confirmada el 26 de diciembre por el Supremo, que añadió que la disputa de los dos agentes provocó incluso que los ciudadanos allí presentes dijeran frases como "si se pegan entre ellos, como no le van a pegar a la gente". Al Supremo y al Constitucional Los abogados del agente solicitaron la suspensión de su pena, ya que no tiene antecedentes penales, la sanción era inferior a los dos años y este castigo solo está previsto "para los miembros de los Ejércitos, y no se puede incluir a los agentes de la Benemérita", señala un portavoz de AUGC. Pero el tribunal militar, con apoyo del fiscal, denegó el 9 de abril de 2013 la suspensión alegando que la sanción engloba a "todos los militares, incluidos los miembros de la Guardia Civil, cuya condición de cuerpo militar está fuera de toda duda para el Benemérito Instituto".
De momento, Juan debe ingresar en prisión, a pesar de que ha puesto recurso de amparo al Tribunal Constitucional y la ley disciplinaria de la Guardia Civil, de 2007, abolió la aplicación del código militar a los agentes cuando cumplieran misiones policiales.
Un capitán y un teniente apoyaron al agente sancionado De nada ha servido la declaración del propio capitán, que señaló que nunca delegó el mando de esa operación en el cabo, que incluso este se dirigió a él "con expresiones fuera de tono" que motivaron que le llamara la atención. El capitán explicó que aunque no estuvo presente en el momento de la disputa entre el agente y el cabo, luego le contaron que simplemente ambos se encararon. El capitán también quiso dejar constancia que el día que declaró (2 de noviembre de 2010) el cabo Jiménez "estaba en situación de suspenso de funciones" por otros hechos.
El capitán apoyó al agente Juan y criticó al cabo Jiménez, al que también acusó de meterse con la estatura de otro guardia y amenazar a Juan con la frase "te vas a enterar". Un teniente también declaró que el agente Juan y el cabo Jiménez se llevaban mal hasta el punto de que este último "utilizaba más su superioridad con el agente Juan" que con el resto de la plantilla. Para AUGC, es un claro caso de venganza de un superior.
Un guardia civil ingresa tres meses en prisión "por desplazar hacia atrás" a un superior - 20minutos.es ([Only registered and activated users can see links])
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Un tribunal militar ha castigado a un agente destinado en Las Palmas por encararse con un cabo.
Varios compañeros, un teniente y un capitán declararon incluso a favor del agente sancionado.
El guardia civil ha llevado su caso ante el Constitucional.
Un guardia civil de 30 años, Juan C.A., ingresa este jueves 2 de mayo en la prisión militar de Alcalá Meco (Madrid) por cumplir las órdenes de su capitán, según quienes testificaron a su favor. El tribunal militar que le juzgó, en cambio, lo encarcela por "insultar a un superior". Aunque la sentencia no recoge el insulto, dice que el agente "desplazó hacia atrás", lo que se supone que es un empujón, al cabo Jiménez.
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El castigo: tres meses y un día de reclusión. Casualmente, Juan ingresará en prisión el mismo día que termina su reclusión el militar Jorge Bravo, condenado a un mes y un día de "privación de libertad" [URL="[Only registered and activated users can see links]"]por criticar los recortes en Defensa ([Only registered and activated users can see links]-twitter) en los medios de comunicación.
Varios guardias protestaran a la entrada de la prisiónEl caso del guardia civil ha levantado ampollas en la asociación mayoritaria del cuerpo, la AUGC ([Only registered and activated users can see links]), que le acompañará en su ingreso en prisión en una protesta simbólica en las puertas de centro. La AUGC defiende que Juan, casado y sin hijos, solo hizo su trabajo y cumplió las órdenes de su superior. Todo se remonta al 2 de junio de 2010 en el municipio canario de Arguineguín (Las Palmas), cuando los agentes hicieron una operación contra el menudeo de drogas y se llevaron al cuartel a varios sospechosos para identificarlos.
Esto provoca que amigos y familiares de los detenidos, "cerca de 300 personas", explica un compañero de Juan, se presenten en el cuartel, "en una plaza en mitad del pueblo" para protestar. En realidad la Benemérita no tiene un cuartel, sino que utiliza unas dependencias municipales para su trabajo en la plaza de Los Poetas.
"No hables con esa chusma" Juan formaba junto a otros agentes parte del dispositivo de seguridad para evitar que se produjeran daños en el cuartel. El cabo Jiménez, según su denuncia, le pidió al agente Juan que "no entablase conversación con ninguna de las personas allí presentes, a fin de evitar que la gente se alterara más de lo que estaba". Juan le contestó desafiante: "yo solo recibo órdenes del capitán, tu no eres nadie para hablar conmigo ni darme órdenes". Después, le alzó el puño con la intención de agredirle, propinándole un empujón en el hombro izquierdo que casi le hizo perder el equilibrio y dicéndole "te doy una paliza que te mato, hijo de la gran ****".
La versión de los compañeros de Juan difiere mucho de la del cabo. Hasta nueve guardias declararon que Juan nunca faltó el respeto al ciudadano "que parecía ser el cabecilla de la multitud", al que intentaba explicar por qué se había detenido a una de las personas que estaban dentro del cuartel para ser identificada. Y que fue el cabo Jiménez quién se dirigió al agente para decirle "no tienes que hablar con la gente, deja de hablar con esta chusma". A lo que Juan le respondió que recibía órdenes del capitán, que les había recomendado "dialogar y no hacer ninguna demostración de fuerza".
La versión de los compañeros de Juan difiere mucho de la del cabo La cosa no quedó así, y el cabo le denunció el 8 de junio de 2010. El Tribunal Militar Territorial Quinto consideró probado que el guardia civil increpó a un cabo y le propinió un empujón que "le desplazó hacia atrás". La sentencia fue confirmada el 26 de diciembre por el Supremo, que añadió que la disputa de los dos agentes provocó incluso que los ciudadanos allí presentes dijeran frases como "si se pegan entre ellos, como no le van a pegar a la gente". Al Supremo y al Constitucional Los abogados del agente solicitaron la suspensión de su pena, ya que no tiene antecedentes penales, la sanción era inferior a los dos años y este castigo solo está previsto "para los miembros de los Ejércitos, y no se puede incluir a los agentes de la Benemérita", señala un portavoz de AUGC. Pero el tribunal militar, con apoyo del fiscal, denegó el 9 de abril de 2013 la suspensión alegando que la sanción engloba a "todos los militares, incluidos los miembros de la Guardia Civil, cuya condición de cuerpo militar está fuera de toda duda para el Benemérito Instituto".
De momento, Juan debe ingresar en prisión, a pesar de que ha puesto recurso de amparo al Tribunal Constitucional y la ley disciplinaria de la Guardia Civil, de 2007, abolió la aplicación del código militar a los agentes cuando cumplieran misiones policiales.
Un capitán y un teniente apoyaron al agente sancionado De nada ha servido la declaración del propio capitán, que señaló que nunca delegó el mando de esa operación en el cabo, que incluso este se dirigió a él "con expresiones fuera de tono" que motivaron que le llamara la atención. El capitán explicó que aunque no estuvo presente en el momento de la disputa entre el agente y el cabo, luego le contaron que simplemente ambos se encararon. El capitán también quiso dejar constancia que el día que declaró (2 de noviembre de 2010) el cabo Jiménez "estaba en situación de suspenso de funciones" por otros hechos.
El capitán apoyó al agente Juan y criticó al cabo Jiménez, al que también acusó de meterse con la estatura de otro guardia y amenazar a Juan con la frase "te vas a enterar". Un teniente también declaró que el agente Juan y el cabo Jiménez se llevaban mal hasta el punto de que este último "utilizaba más su superioridad con el agente Juan" que con el resto de la plantilla. Para AUGC, es un claro caso de venganza de un superior.
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