alberto_amc
10/03/2009, 01:52
BMW, Mercedes y Audi son las marcas preferidas por los cacos si el vehículo robado va a ser destinado a la 'exportación', aunque en España se lleva la palma el León FR.
BMW, Mercedes y Audi son las marcas preferidas por los cacos si se van a destinar a la 'exportación', junto con los todoterreno, aunque el coche más robado de los registrados en la Mutua Madrileña, una de las aseguradoras punteras, es el Seat León FR, "sobre todo el modelo antiguo", seguido del Ibiza FR. Se trata de dos modelos de alta ciclindrada muy valorados en Europa del Este. Fiat, Ford, Opel y Honda son las marcas más fáciles de robar, según las mismas fuentes.
El robo masivo del León FR se debe a ese interés en Europa del Este. Para abaratar costes, Seat creó una fábrica en Bratislava (Eslovaquia), donde desde 2002 se fabrica el Ibiza. Desde entonces, en Europa del Este se comenzó a valorar el motor TDI de 150 cv, el posterior de 170 cv y el monstruoso gasolina de 240 cv del modelo Cupra del Ibiza, y sobre todo del León.
Así, los encargos desde Polonia, Bulgaría, Hungría y, sobre todo, Rumanía, aumentaron escandalosamente. Por esta razón, los FR se venden allí como churros y las bandas organizadas tiene unas infraestructuras excelentes y son prácticamente indetectables. Los FR se venden allí por unos 12.000 euros (en España cuentan entre 25.000 y 36.000 euros). Las bandas disponen de naves en España donde cambian las placas, el número de bastidor y se 'adecentan' los coches para pasar inadvertidos.
Para los vehículos de alta gama los ladrones captan la frecuencia del mando del coche colocándose cerca de éste. En otros coches se utilizan ganzúas para forzar las cerraduras y se maniobra debajo del volante para encenderlo. Pero el "modus operandi" de los ladrones de automóviles es tradicional en la mayoría de las ocasiones: primero fuerzan la puerta, después rompen el bloqueo del volante y terminan haciendo un puente para arrancar.
La creciente incorporación de sistemas electrónicos antirrobo, fundamentalmente inmovilizadores y alarmas, ha complicado el trabajo a los cacos, pero éstos han reaccionado, y también hacen ya uso de las nuevas tecnologías para cometer sus robos, incluso utilizan sofisticados chips para seguir y localizar el vehículo que quieren capturar, aprovechando el momento más oportuno y seguro para sustraerlo.
Las mafias también compran en el mercado negro el software propio de las fábricas para poder burlar las medidas de seguridad y arrancar los vehículos con un ordenador portátil. Según fuentes policiales, 60.000 euros es la tarifa por un programa informático recién salido de fábrica. Los grupos mafiosos obtienen los accesos telemáticos directamente de mecánicos que trabajan en concesionarios oficiales de Hungría, Rumanía o Bulgaria. Así, todo un Porsche Cayenne puede adquirirse a las mafias por menos de 25.000 euros en el norte de África .
Allí, en África, la ruta de los coches robados tiene nombre propio: Nouadhibou. Hasta esta ciudad mauritana, en pleno desierto, llegan la mayoría de los coches europeos sustraídos que son destinados a África. Atraviesan Marruecos y son conducidos hasta Mauritania, desde donde se distribuyen 'legalmente'; es decir, con nueva documentación falsa (en África no existen tantos requisitos como en Europa para ser propietario de un vehículo).
En las naves de las inmediaciones de Nouadhibou, donde existen decenas de bandas del robo instaladas, se agolpan las placas de matrícula por las calles y restos de coches robados, ante la pasividad de las autoridades, generalmente también implicadas de alguna manera en los robos o silenciadas con dinero de las bandas.
Robos a cualquier precio
Paco, comercial de un concesionario Seat en la zona Este de Madrid, relata para laSexta/Noticias hasta qué punto llegan los ladrones de coches: "Aquí, al concesionario, entraron cinco chicos vestidos de albañiles y comenzaron a disparar. Después supimos que las balas eran de fogueo, pero el susto nos lo llevamos igual. La gente se escondía bajo las mesas, detrás de los coches... Uno de los asaltantes se metió en un coche que estaba listo para ser entregado, lo sacó marcha atrás del taller, destrozando la puerta del garaje, y se estrelló en la esquina ( a unos 50 metros del concesionario). El ladrón fue detenido por la Policía, que acababa de llegar, y, como tenía 14 años, quedó en libertad".
El mismo empleado de Seat nos relata otro robo: "Un cliente que adquirió aquí un Córdoba, fue a buscar a su novia, se bajó del coche y ambos fueron al maletero a coger unas cosas. En ese momento se metió en el coche un magrebí y se dio a la fuga con el maletero abierto. El propietario del coche llamó a su móvil, pues se lo había dejado en el coche, y el ladrón, con toda su sangre fría, atendió la llamada y le dijo: 'olvídate de tu coche, porque este coche mañana está en Marruecos'".
En Alicante, la provincia española donde más vehículos se roban, seguida por Madrid y Valencia, la Operación Baúl permitió en abril de 2005 desarticular otra organización dirigida por un ciudadano búlgaro y otro rumano. Los detenidos fueron acusados de encargar el robo de coches en viviendas de lujo de la costa alicantina. Los automóviles, según la información policial, eran trasladados a una finca situada en Los Santos de la Humosa, en Madrid, donde se alteraban los números de bastidor y se tramitaban los albaranes para su transporte. Los coches eran ocultados con electrodomésticos usados, que se colocaban en la parte frontal del contenedor portuario para evitar las inspecciones de los agentes aduaneros.
BMW, Mercedes y Audi son las marcas preferidas por los cacos si se van a destinar a la 'exportación', junto con los todoterreno, aunque el coche más robado de los registrados en la Mutua Madrileña, una de las aseguradoras punteras, es el Seat León FR, "sobre todo el modelo antiguo", seguido del Ibiza FR. Se trata de dos modelos de alta ciclindrada muy valorados en Europa del Este. Fiat, Ford, Opel y Honda son las marcas más fáciles de robar, según las mismas fuentes.
El robo masivo del León FR se debe a ese interés en Europa del Este. Para abaratar costes, Seat creó una fábrica en Bratislava (Eslovaquia), donde desde 2002 se fabrica el Ibiza. Desde entonces, en Europa del Este se comenzó a valorar el motor TDI de 150 cv, el posterior de 170 cv y el monstruoso gasolina de 240 cv del modelo Cupra del Ibiza, y sobre todo del León.
Así, los encargos desde Polonia, Bulgaría, Hungría y, sobre todo, Rumanía, aumentaron escandalosamente. Por esta razón, los FR se venden allí como churros y las bandas organizadas tiene unas infraestructuras excelentes y son prácticamente indetectables. Los FR se venden allí por unos 12.000 euros (en España cuentan entre 25.000 y 36.000 euros). Las bandas disponen de naves en España donde cambian las placas, el número de bastidor y se 'adecentan' los coches para pasar inadvertidos.
Para los vehículos de alta gama los ladrones captan la frecuencia del mando del coche colocándose cerca de éste. En otros coches se utilizan ganzúas para forzar las cerraduras y se maniobra debajo del volante para encenderlo. Pero el "modus operandi" de los ladrones de automóviles es tradicional en la mayoría de las ocasiones: primero fuerzan la puerta, después rompen el bloqueo del volante y terminan haciendo un puente para arrancar.
La creciente incorporación de sistemas electrónicos antirrobo, fundamentalmente inmovilizadores y alarmas, ha complicado el trabajo a los cacos, pero éstos han reaccionado, y también hacen ya uso de las nuevas tecnologías para cometer sus robos, incluso utilizan sofisticados chips para seguir y localizar el vehículo que quieren capturar, aprovechando el momento más oportuno y seguro para sustraerlo.
Las mafias también compran en el mercado negro el software propio de las fábricas para poder burlar las medidas de seguridad y arrancar los vehículos con un ordenador portátil. Según fuentes policiales, 60.000 euros es la tarifa por un programa informático recién salido de fábrica. Los grupos mafiosos obtienen los accesos telemáticos directamente de mecánicos que trabajan en concesionarios oficiales de Hungría, Rumanía o Bulgaria. Así, todo un Porsche Cayenne puede adquirirse a las mafias por menos de 25.000 euros en el norte de África .
Allí, en África, la ruta de los coches robados tiene nombre propio: Nouadhibou. Hasta esta ciudad mauritana, en pleno desierto, llegan la mayoría de los coches europeos sustraídos que son destinados a África. Atraviesan Marruecos y son conducidos hasta Mauritania, desde donde se distribuyen 'legalmente'; es decir, con nueva documentación falsa (en África no existen tantos requisitos como en Europa para ser propietario de un vehículo).
En las naves de las inmediaciones de Nouadhibou, donde existen decenas de bandas del robo instaladas, se agolpan las placas de matrícula por las calles y restos de coches robados, ante la pasividad de las autoridades, generalmente también implicadas de alguna manera en los robos o silenciadas con dinero de las bandas.
Robos a cualquier precio
Paco, comercial de un concesionario Seat en la zona Este de Madrid, relata para laSexta/Noticias hasta qué punto llegan los ladrones de coches: "Aquí, al concesionario, entraron cinco chicos vestidos de albañiles y comenzaron a disparar. Después supimos que las balas eran de fogueo, pero el susto nos lo llevamos igual. La gente se escondía bajo las mesas, detrás de los coches... Uno de los asaltantes se metió en un coche que estaba listo para ser entregado, lo sacó marcha atrás del taller, destrozando la puerta del garaje, y se estrelló en la esquina ( a unos 50 metros del concesionario). El ladrón fue detenido por la Policía, que acababa de llegar, y, como tenía 14 años, quedó en libertad".
El mismo empleado de Seat nos relata otro robo: "Un cliente que adquirió aquí un Córdoba, fue a buscar a su novia, se bajó del coche y ambos fueron al maletero a coger unas cosas. En ese momento se metió en el coche un magrebí y se dio a la fuga con el maletero abierto. El propietario del coche llamó a su móvil, pues se lo había dejado en el coche, y el ladrón, con toda su sangre fría, atendió la llamada y le dijo: 'olvídate de tu coche, porque este coche mañana está en Marruecos'".
En Alicante, la provincia española donde más vehículos se roban, seguida por Madrid y Valencia, la Operación Baúl permitió en abril de 2005 desarticular otra organización dirigida por un ciudadano búlgaro y otro rumano. Los detenidos fueron acusados de encargar el robo de coches en viviendas de lujo de la costa alicantina. Los automóviles, según la información policial, eran trasladados a una finca situada en Los Santos de la Humosa, en Madrid, donde se alteraban los números de bastidor y se tramitaban los albaranes para su transporte. Los coches eran ocultados con electrodomésticos usados, que se colocaban en la parte frontal del contenedor portuario para evitar las inspecciones de los agentes aduaneros.