boker
20/10/2009, 11:53
[Only registered and activated users can see links]
James Muir, el nuevo presidente de la marca, prevé beneficios en cuatro años
El nuevo presidente de Seat ha conseguido que el comité ejecutivo del Grupo Volkswagen (VW) le apruebe -aunque todavía no lo ha ratificado- su plan de relanzamiento de Seat para los próximos cinco años. Un plan que debería dar sus primeros frutos tangibles en un plazo de cuatro años, salvo imprevistos.
James Muir dejó su relativamente cómodo puesto de presidente de Mazda Motor Europa para asumir la presidencia de Seat el pasado 1 de septiembre. Un salto que explica diciendo que «es un reto interesante llegar de fuera y solucionar las cosas empleando otras estrategias».
Una vez analizada la situación de la compañía, Muir -un galés de Liverpool nacido hace 50 años- asegura haberse quedado sorprendido por la confianza de VW en Seat, pese a que ha tenido pérdidas continuadas la última década [admite que se logró el equilibrio en 2007]. Y prueba de ello son las inversiones realizadas que le permiten contar con una fábrica moderna, de las más grandes del mundo. Sin embargo, no culpa a la compañía en sí, sino a los continuados cambios en las personas que debían ejercer el liderazgo en los últimos años.
Muir admite que no ha sido fácil convencer a los miembros de la cúpula directiva del grupo, sorprendidos del panorama que dibujó sobre la situación. Al final, su análisis fue aceptado y con ello, su plan. Estima que el consorcio alemán ha renovado su apuesta por Seat: «mi presencia aquí lo prueba de algún modo».
Para el nuevo ejecutivo de Seat -que señala que su contrato no es con el Grupo Volkswagen sino con la marca española- las causas de la situación de ésta última son, además de la falta de liderazgo claro y continuado, el desconocimiento de la marca, los continuos cambios respecto a su personalidad, la carencia de una estrategia y que se trata de una empresa excesivamente burocratizada. Todo esto ha conducido a esas pérdidas continuadas en los 10 últimos años.
Acepta a medias las críticas de que Seat haya tenido que defenderse en el mercado con sólo dos modelos y algunos derivados de los mismos. Porque considera que el problema principal es que algunos modelos han fracasado y señala al Toledo. Con respecto al Altea, el lanzamiento de la versión XL es un intento de salvación de un producto que no estaba funcionando y con el que se podrían haber obtenido ya mejores resultados si hubiera existido una buena estrategia de marketing.
Muir no quiere ponerse objetivos sino aplicar una estrategia que espera que dé frutos. Por eso, se olvida de los 800.000 coches vendidos que la marca había anunciado para 2018. «Es una buena cifra que deberíamos alcanzar, pero no sé cuando. Ahora no tenemos la capacidad de hacerlo», explica añadiendo que se ha encontrado con una fábrica que trabaja sólo el 56% de su capacidad.
El primer objetivo de su estrategia es lograr que llegue a trabajar al 100%. Para ello va a necesitar inversiones que debería consolidar a Seat de una vez por todas. De todas formas, en una primera etapa, la fábrica no va a precisar mayores inversiones, aunque a medio plazo sí será necesario invertir en renovar los procesos de la más antigua de las naves de pintura.
Respecto a la plantilla, está dispuesta a mantenerla porque dice que «tenemos que producir más, no reducir nuestra fuerza laboral». Y es que quiere que, en el corto y medio plazo, el producto Seat se fabrique en España.
Desde el punto de vista comercial, se olvida, por ahora, de fabricar en China, India o América del Sur para concentrar el esfuerzo en los mercados de Europa occidental, a los que es natural atender desde Martorell.
Se muestra satisfecho de cómo están funcionando el Ibiza -que en 2010 tendrá una versión familiar-, el Leon y el Exeo, que constituyen los tres pilares de la marca. «No quiero crecer a lo ancho, con una gama de modelos de pequeño volumen, sino en profundidad, con un Ibiza y un Leon de los que se produzcan 200.000 unidades anuales de cada uno». La capacidad de Martorell podría llegar a 540.000 coches al año, cifra que se rozó en los 90 cuando también fabricaba para Volkswagen. Muir admite que Seat tendrá otros productos producidos en diversas plantas del grupo -un monovolumen y un minicoche- pero que tendrán una auténtica imagen Seat.
Mayor inversión en marketing
Consciente de la falta de conocimiento de la marca, Muir anuncia una mayor inversión en marketing que ya ha tenido su primera muestra con el patrocinio de la Uefa Europa League. Su propósito es que Seat se convierta en líder en España de acuerdo con sus orígenes. Y para eso va a seguir políticas comerciales muy agresivas asegurando que aunque haya que hacer algunas ofertas, el hecho de producir más permitirá un mayor retorno por coche. Muir es un firme creyente del vehículo eléctrico como medio para reducir la dependencia del petróleo.
Fuente: elmundo.es ([Only registered and activated users can see links])
James Muir, el nuevo presidente de la marca, prevé beneficios en cuatro años
El nuevo presidente de Seat ha conseguido que el comité ejecutivo del Grupo Volkswagen (VW) le apruebe -aunque todavía no lo ha ratificado- su plan de relanzamiento de Seat para los próximos cinco años. Un plan que debería dar sus primeros frutos tangibles en un plazo de cuatro años, salvo imprevistos.
James Muir dejó su relativamente cómodo puesto de presidente de Mazda Motor Europa para asumir la presidencia de Seat el pasado 1 de septiembre. Un salto que explica diciendo que «es un reto interesante llegar de fuera y solucionar las cosas empleando otras estrategias».
Una vez analizada la situación de la compañía, Muir -un galés de Liverpool nacido hace 50 años- asegura haberse quedado sorprendido por la confianza de VW en Seat, pese a que ha tenido pérdidas continuadas la última década [admite que se logró el equilibrio en 2007]. Y prueba de ello son las inversiones realizadas que le permiten contar con una fábrica moderna, de las más grandes del mundo. Sin embargo, no culpa a la compañía en sí, sino a los continuados cambios en las personas que debían ejercer el liderazgo en los últimos años.
Muir admite que no ha sido fácil convencer a los miembros de la cúpula directiva del grupo, sorprendidos del panorama que dibujó sobre la situación. Al final, su análisis fue aceptado y con ello, su plan. Estima que el consorcio alemán ha renovado su apuesta por Seat: «mi presencia aquí lo prueba de algún modo».
Para el nuevo ejecutivo de Seat -que señala que su contrato no es con el Grupo Volkswagen sino con la marca española- las causas de la situación de ésta última son, además de la falta de liderazgo claro y continuado, el desconocimiento de la marca, los continuos cambios respecto a su personalidad, la carencia de una estrategia y que se trata de una empresa excesivamente burocratizada. Todo esto ha conducido a esas pérdidas continuadas en los 10 últimos años.
Acepta a medias las críticas de que Seat haya tenido que defenderse en el mercado con sólo dos modelos y algunos derivados de los mismos. Porque considera que el problema principal es que algunos modelos han fracasado y señala al Toledo. Con respecto al Altea, el lanzamiento de la versión XL es un intento de salvación de un producto que no estaba funcionando y con el que se podrían haber obtenido ya mejores resultados si hubiera existido una buena estrategia de marketing.
Muir no quiere ponerse objetivos sino aplicar una estrategia que espera que dé frutos. Por eso, se olvida de los 800.000 coches vendidos que la marca había anunciado para 2018. «Es una buena cifra que deberíamos alcanzar, pero no sé cuando. Ahora no tenemos la capacidad de hacerlo», explica añadiendo que se ha encontrado con una fábrica que trabaja sólo el 56% de su capacidad.
El primer objetivo de su estrategia es lograr que llegue a trabajar al 100%. Para ello va a necesitar inversiones que debería consolidar a Seat de una vez por todas. De todas formas, en una primera etapa, la fábrica no va a precisar mayores inversiones, aunque a medio plazo sí será necesario invertir en renovar los procesos de la más antigua de las naves de pintura.
Respecto a la plantilla, está dispuesta a mantenerla porque dice que «tenemos que producir más, no reducir nuestra fuerza laboral». Y es que quiere que, en el corto y medio plazo, el producto Seat se fabrique en España.
Desde el punto de vista comercial, se olvida, por ahora, de fabricar en China, India o América del Sur para concentrar el esfuerzo en los mercados de Europa occidental, a los que es natural atender desde Martorell.
Se muestra satisfecho de cómo están funcionando el Ibiza -que en 2010 tendrá una versión familiar-, el Leon y el Exeo, que constituyen los tres pilares de la marca. «No quiero crecer a lo ancho, con una gama de modelos de pequeño volumen, sino en profundidad, con un Ibiza y un Leon de los que se produzcan 200.000 unidades anuales de cada uno». La capacidad de Martorell podría llegar a 540.000 coches al año, cifra que se rozó en los 90 cuando también fabricaba para Volkswagen. Muir admite que Seat tendrá otros productos producidos en diversas plantas del grupo -un monovolumen y un minicoche- pero que tendrán una auténtica imagen Seat.
Mayor inversión en marketing
Consciente de la falta de conocimiento de la marca, Muir anuncia una mayor inversión en marketing que ya ha tenido su primera muestra con el patrocinio de la Uefa Europa League. Su propósito es que Seat se convierta en líder en España de acuerdo con sus orígenes. Y para eso va a seguir políticas comerciales muy agresivas asegurando que aunque haya que hacer algunas ofertas, el hecho de producir más permitirá un mayor retorno por coche. Muir es un firme creyente del vehículo eléctrico como medio para reducir la dependencia del petróleo.
Fuente: elmundo.es ([Only registered and activated users can see links])