Cambios en la zona 80 de Barcelona

CiU acaba con la zona 80, pero a medias

• El Govern aplicará antes de 2015 la velocidad variable en todos los accesos

La Generalitat de Cataluña, atendiendo la promesa electoral de CiU, anunció ayer la liquidación del límite de 80 kilómetros por hora de velocidad en los accesos a Barcelona, una decisión, con todo, que no es tan tajante como la beligerancia convergente en campaña hacían prever. De alguna forma, el Govern liquida la medida estrella de ICV, la limitación de velocidad, pero se acerca a lo que fue la demanda de entidades como el Racc, la velocidad variable, tesis también defendida por el PSC, que ayer alborozado celebró la llegada de CiU a sus postulados. De los 78 kilómetros de vías que integran la actual «zona 80», quedan desafectados 53,3, mientras que el resto, los más próximos a la ciudad, se consideran de transición entre zona urbana e interurbana, con lo que el límite se mantiene.

La modificación se realizará de manera paulatina hasta el mes de marzo, cuando ya habrán sido sustituidas las señales. A medio plazo, final del mandato, el objetivo del Govern es que se instale el sistema de velocidad variable que ya funciona en la Autopista del Garraf, la C-32, y la de Castelldefels, la C-31, en todos los accesos a Barcelona, para lo que se reserva un presupuesto de seis millones de euros. Para el conseller de Interior, Felip Puig, el sistema de velocidad variable es «dinámico, racional y útil», un buen sistema que se ha utilizado de manera poco correcta hasta ahora.

Según el nuevo mapa de velocidades, en la C-31 norte el límite será de 120 kilómetros por hora hasta antes de llegar a Badalona, donde bajará hasta los 80; en la B-20 será de 100 y 80 en los túneles, hasta pasar a 80 también hasta el Nus de la Trinitat; y en la C-58, se podrá circular como máximo a 80 kilómetros debido a las obras, en un ejemplo de los distintos tipos de velocidad. Puig explicó que la B-23 de entrada a Barcelona por la Diagonal, será el tramo donde primero instalarán nuevos paneles de velocidad variable, un tramo que ahora está limitado a 80, informa Ep.

Más allá de las modificaciones concretas, el conseller puso en duda la eficacia de la zona 80 para reducir la contaminación: «No está claro que a 80 haya menos emisiones» y resaltó que hay que encontrar el punto justo donde confluyen los intereses de todos, puesto que a «0 velocidad, 0 contaminación». Lamentó que haya quien juegue con las cifras de siniestralidad para alabar los 80 y resaltó que el nuevo modelo «será seguro».
Así, Puig repasó las cifras de siniestralidad en los accesos a Barcelona subrayando que entre 2009 y 2010 la accidentalidad grave —con muertos y heridos graves— aumentó un 27,3% en esta zona mientras que cayó un 12,7% en el resto de Cataluña. No obstante, la cifra de muertes en esta zona desde que se implementó en 2007 ha caído un 66% y la accidentalidad grave también, hasta un 23%.

El PP desafió al Govern llevando la supresión de los 80 kilómetros por hora al Parlament, para denunciar las contradicciones de CiU.

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