María Seguí: "Hay que gastar los recursos en las acciones más efectivas"

Ayer lunes se celebró en Madrid, en la Fundación Mapfre, la jornada sobre “Políticas europeas y españolas de Seguridad Vial 2020: ¿es realmente posible otra reducción del 50% de víctimas mortales?“. Asistieron varios ponentes europeos, expertos en seguridad vial, el representante del ETSC (European Transport Safety Council) y también la propia directora general de la DGT, doña María Seguí.

En la jornada se presentó la segunda edición del Manual de medidas de seguridad vial, un libro con más de 1.000 páginas sobre las causas de los accidentes de tráfico y 128 medidas que se han aplicado en diferentes países para reducir la siniestralidad vial, en especial el número de muertos en las carreteras, su coste y su efecto real en la práctica.

Los límites de velocidad aportan el mayor potencial de reducción de víctimas de tráfico
De todo lo que se habló allí, a lo largo de unas dos horas de presentaciones, tablas, datos y resultados de estudios, queremos destacar algunas de las declaraciones de la actual directora general de tráfico, bastante sugerentes de la política sobre seguridad vial que puede tomar la DGT.

Lo primero que comentó la directora general, a colación de los estudios sobre seguridad vial existentes, y del propio manual del que se hablaba en la jornada, es que los resultados de la experiencia, y la contabilidad y estadística, muestran que el factor más importante para reducir el número de fallecidos en accidentes de tráfico son los límites de velocidad.

Estos son responsables de un 17% de la reducción de muertos. Esto se entiende en el ámbito de especificar claramente la velocidad máxima para cada tipo de vía, y para cada tramo, cuando sea específica, evitar la señalización errónea o ausente, y sobre todo en el respeto de los conductores de dichos límites.

Después de este factor aparece la falta de seguridad de los propios vehículos, algo que se escapa en parte de las competencias de la DGT, salvo en el ámbito de las revisiones técnicas periódicas que garanticen el buen estado de funcionamiento de los vehículos. Y también se citó la tolerancia cero al alcohol y a las drogas, el uso del cinturón de seguridad y el uso del casco.

Objetivo: reducir cada vez más el número de víctimas mortales de tráfico
Doña María Seguí recordó que una de las principales funciones de la Dirección General de Tráfico es ser capaces de compaginar cada vez más kilómetros de vías públicas, con cada vez más conductores y cada vez más vehículos. Y para ello uno de los principales objetivos, sino el más importante, es ser capaces de hacer eso y a la vez reducir el número de accidentes, el número de muertos y el número de heridos graves.

Explicó con meridiana claridad que la actual situación económica, donde la DGT y el Ministerio de Fomento tienen que llevar a cabo su función con menos recursos económicos, “debido a la austeridad presupuestaria” (o en otras palabras, los recortes), “requiere que se gasten esos recursos limitados llevando a cabo las acciones más efectivas y eficientes para la reducción de la siniestralidad”.

Es decir, la DGT, o el Ministerio de Fomento, para reducir el número de víctimas de accidentes de tráfico, no tienen dinero para aplicar todas las medidas que serían recomendables o deseables y tienen que centrarse en aquellas que se haya demostrado por la experiencia como más efectivas, es decir, que reduzcan más la siniestralidad que otras, y más eficientes, es decir que hagan más por menos dinero.

Y sin que lo dijera directamente la directora general, si relacionamos esto con lo anterior que dijo sobre la velocidad, parece que los esfuerzos de la DGT se centrarán en velar por el cumplimiento de los límites de velocidad. Y a buen entendedor, pocas palabras bastan.

Esto bien podría significar que puestos a gastar dinero, parece más razonable, por relación coste/beneficio (por ser más efectivo y eficiente) hacerlo en medidas que permitan o incentiven que los conductores respeten los límites de velocidad (a más de uno le vendrán a la cabeza los radares).

Y además de esto también se entiende que se centrarán en verificar que los vehículos tengan la revisión ITV al día, que no se beba alcohol ni se consuman drogas si se va a conducir, que usemos siempre el cinturón de seguridad y que todos los motociclistas usen el casco.

Contabilidad de los muertos en accidente de tráfico en España
Hubo tiempo al final de la jornada, en el turno de preguntas del público, para una bastante interesante sobre el método que se utilizaba anteriormente de contabilidad de fallecidos y el nuevo método que se aplica ahora, desde el 2011, en especial por lo relativo al número de fallecidos a 30 días.

Respondió la directora general, pero para mayor claridad tuvimos ocasión de replantear la pregunta mucho más concreta en privado. Hasta el año 2010 incluido se contabilizaban los fallecidos en accidentes de tráfico a las 24 horas, por contabilidad real, y los fallecidos a los 30 días se contabilizaban estadísticamente, mediante un factor corrector.

Por tanto la cifra de muertos a los 30 días no era totalmente exacta, pero se utilizaba un método estadístico aprobado y aceptado internacionalmente que daba una cifra muy aproximada.

Desde el 2011 se contabilizan los fallecidos a las 24 horas, con contabilidad real (como antes), y se contabilizan los fallecidos a los 30 días también por contabilidad real, sin el factor de correción. Como en cierto momento se levantó la duda de si las cifras de fallecidos según el método antiguo eran irreales, incorrectas o estaban muy maquilladas, preguntamos a la directora general cuánta diferencia hay en las cifras de muertos entre el método antiguo y el nuevo método.

Doña María Seguí nos aclaró que el método antiguo era muy aproximado en cuanto al dato total de fallecidos. Nos reconoció que la diferencia con el dato real puede ser de unas decenas de muertos arriba o abajo, según el año, pero el error es muy pequeño en todo caso.

Donde se mostraba más impreciso era a la hora de tener el detalle exacto de esos fallecidos (edad, tipo de vehículo, tipo de carretera, hora y día, condiciones, etc). Ahora con una contabilidad con total precisión, aunque la cifra total de muertos no cambie apenas, al menos sí se puede hacer un análisis y reflexión completos sobre los accidentes, y sobre las medidas más adecuadas para evitarlos. No hay por tanto polémica, ni manipulación, ni fraude con los datos, que quede claro.

Quien desee profundizar con más detalle sobre las diferentes cuestiones que se hablaron en esta jornada, algunas muy interesantes, puede leer el artículo que hemos publicado en Circula Seguro, nuestra publicación sobre seguridad vial en España.

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