Ginebra 2010: Audi A8 Hybrid "design study"
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¿Un A8 con el 2.0 TFSI de sólo cuatro cilindros? Sí, pero no te asustes, porque tiene truco. Este estudio conceptual (que probablemente acabará llegando a los concesionarios), lleva 256 caballos gracias a la asociación de su motor de combustión (en especificación de 211 CV) con un eléctrico de 45 CV. Se trata además de un híbrido paralelo, capaz de funcionar en modo puramente eléctrico durante 2 kilómetros a una velocidad inferior a los 65 km/h.
El consumo medio combinado se queda en los 6,2 litros a los 100 kilómetros, con unas emisiones de 144 gramos de CO2 de media por kilómetro. Alcanza los 100 km/h en unos buenos 7,6 segundos Traduciendo todo esto al lenguaje llano: Si quieres consumo de diésel, pero con fineza de gasolina y el halo de exclusividad que da tener un híbrido, este A8 es tu opción.
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NOTA DE PRENSA
El nuevo estándar de eficiencia: el Audi A8 hybrid
La fuerza de un potente V6 y el consumo de un cuatro cilindros: Audi presenta el prototipo A8 hybrid en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra. Sus dos propulsores, un 2.0 TFSI y un motor eléctrico, desarrollan una potencia de sistema de 245 CV (180 KW) y entregan un par motor de 480 Nm. Con ambos el sistema alcanza una potencia total de 180 KW y
480 Nm. Ello permite al Audi A8 hybrid pasar de los 0 a los 100 km/h en 7,6 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 235 km/h. Estas excelentes cotas no afectan a su consumo medio, que se queda en sólo 6,2 l/100 km, lo que equivale a unas emisiones de CO2 de 144 g/km.
La técnica del Audi A8 hybrid
El motor de combustión interna del Audi A8 hybrid es el 2.0 TFSI, un grupo de alta tecnología. Este propulsor de cuatro cilindros, elegido desde 2005 cinco veces consecutivas Engine of the year en su categoría, representa la filosofía de downsizing de Audi: combina la inyección directa de gasolina con la turbocompresión y el Audi valvelift system (AVS), que varía en dos niveles la alzada de las válvulas de escape. Junto con el árbol de levas de admisión regulable, el Audi valvelift system mejora el ciclo de admisión y escape, desarrollando un par motor espontáneo y poderoso. El 2.0 TFSI entrega una potencia de 211 CV (155 KW) y genera un par motor de 350 Nm constante entre las 1.500 y las 4.200 rpm.
En el bloque motor de este cuatro cilindros de 1.984 cc, dos árboles de equilibrado compensan las fuerzas de inercia de segundo orden, garantizando un funcionamiento extraordinario y con bajas vibraciones que armoniza a la perfección con el carácter lujoso del A8. Todos los componentes se han optimizado para reducir la fricción al mínimo. La bomba de aceite, regulada por caudal volumétrico y controlada por presión, también contribuye a disminuir el consumo.
Aceleración brillante: el motor eléctrico
Un embrague húmedo con accionamiento hidráulico conecta el propulsor
2.0 TFSI con el motor eléctrico. Su control requiere la máxima precisión: su modo de trabajar suave, exacto y rápido es el resultado de una dilatada experiencia. El motor síncrono de excitación permanente sirve al mismo tiempo como generador y rinde 45 CV (33 KW) con un par motor de 211 Nm. Su soberbia capacidad de aceleración está disponible prácticamente desde el arranque, con lo que éste resulta deportivo y muy poderoso.
Como el motor eléctrico también genera calor se han integrado canales de refrigeración en el bloque. Entre el motor eléctrico y el juego de ruedas del tiptronic de ocho velocidades, que se acopla completamente por vía electrónica, se encuentra un embrague de separación adicional que, junto con el motor eléctrico, sustituye al convertidor de par. La potencia de ambos propulsores se transmite a la calzada a través de las ruedas delanteras.
Tecnología de iones de litio: la batería
El acumulador de energía del Audi A8 hybrid consiste en una batería de iones de litio ultramoderna montada en la parte trasera del vehículo. A pesar de requerir menos espacio y tener un peso inferior, ofrece una potencia considerablemente mayor que la de otros conceptos. Su energía nominal asciende a 1,3 KW/h y su voltaje de servicio se cifra en 266 voltios. Una carcasa altamente resistente garantiza la protección de la batería, mientras que un módulo de ventilación se encarga de que trabaje siempre en el margen de temperatura ideal. Con un volumen de 400 litros, el maletero del Audi A8 hybrid resulta muy práctico.
Algunos grupos, accionados por el motor en los turismos convencionales, se han modificado para su aplicación en el Audi A8 hybrid. Así, el funcionamiento del compresor del aire acondicionado es completamente eléctrico. También la dirección es electromecánica. El servofreno es alimentado adicionalmente mediante una bomba de vacío eléctrica regulada en función de la demanda. En el caso de las frenadas eléctricas, es decir recuperativas, una compleja regulación se encarga de garantizar el funcionamiento del ABS y el ESP.
La electrónica de potencia gestiona la interacción de los sistemas. Su inversor por modulación de ancho de pulso (PWM) hace las veces de regulador entre la batería y el motor eléctrico; el convertidor de corriente continua alimenta a los consumidores de la red de a bordo. La electrónica de potencia, que está unida a la batería y al motor eléctrico mediante cables de alta tensión, se encuentra en el compartimento motor.
La interacción perfecta de estos componentes y su elevado grado de integración se deben al know how especializado con el que cuenta Audi. La arquitectura de la técnica permite anticipar ya un futuro modelo de serie: el Audi Q5 hybrid, que se presentará también en 2010.
La experiencia de conducción
Con un peso de 1.885 kilogramos, la sensación al volante del Audi A8 hybrid resulta muy similar a la experimentada en vehículos de gasolina de seis cilindros o equipados con motores TDI. El Audi A8 hybrid es capaz de acelerar de los 0 a los 100 km/h en 7,6 segundos y se propulsa hasta los 235 km/h. A pesar de estas excelentes cotas, el consumo según el ciclo normalizado europeo es de tan sólo 6,2 l/100 km, lo que equivale a 144 gramos de CO2 por kilómetro. En el tráfico urbano, la propulsión híbrida consume un 20% menos de combustible que una propulsión convencional. En el campo de las prestaciones y el consumo, la serie A8 cuenta con una aliada excepcional: la ligera carrocería fabricada en aluminio según el principio de construcción Audi Space Frame (ASF).
La propulsión híbrida permite circular sólo con el motor eléctrico a una velocidad de hasta 65 km/h con una autonomía de más de dos kilómetros, por lo que resulta especialmente apropiada para trayectos urbanos o en zonas residenciales. Si las condiciones lo permiten, el conductor puede activar el modo eléctrico también mediante una tecla “E” independiente situada en el cockpit. Tanto la pantalla del cuadro de instrumentos como el monitor de gran tamaño del sistema de manejo MMI situado en el tablero de instrumentos muestran la información de todos los flujos de fuerza mediante gráficos expresivos.
Al arrancar, los dos motores del Audi A8 hybrid trabajan conjuntamente, aunque lo hacen a distinto nivel en función de las necesidades de potencia. A partir de una velocidad de 65 km/h es el motor de combustión interna el que asume la tarea de propulsión. El motor eléctrico se encarga ahora de suministrar la energía necesaria para alimentar a los consumidores y recargar la batería.
Cuando el conductor retira el pie del acelerador, la cadena de transmisión desacopla el motor de combustión interna y el Audi A8 hybrid “se desliza”. En las fases de frenado y de marcha por inercia, el motor eléctrico trabaja como un generador: es ahora cuando recupera una gran cantidad de energía que emplea para recargar la batería.
Si, por el contrario, el conductor pisa el acelerador a fondo, la electrónica de control activa temporalmente toda la potencia del sistema con la asistencia del motor eléctrico: 245 CV (180 KW) y un par de 480 Nm se encargan de propulsar enérgicamente a esta imponente berlina. Por ejemplo, la recuperación entre 60 y 120 km/h en quinta velocidad se realiza en 7,5 segundos. El Audi A8 hybrid ofrece un gran dinamismo con un consumo que establece nuevos hitos especialmente en el uso cotidiano. El gran tamaño de las llantas (21 pulgadas con neumáticos 265/35) de este prototipo próximo a la producción de serie hace referencia a su potencia ya desde el exterior. En Audi, la eficiencia y la deportividad no son conceptos antagónicos, sino que van de la mano.
El diseño del Audi A8 hybrid
El prototipo próximo a la producción de serie equipa llantas de 21 pulgadas con óptica bicolor y marcadas superficies tridimensionales. El exterior del A8 hybrid está pintado en color Plata Prisma con efecto espectro: un efecto con los colores del arco iris que se reproduce bajo la luz en las acanaladuras y las líneas de la carrocería. La inscripción Hybrid que destaca en las dos aletas guardabarros delanteras delata la naturaleza del modelo. La anchura del vehículo se acentúa mediante un marcado perfil aerodinámico horizontal en la parte inferior que, junto con un listón cromado, confieren a esta berlina una presencia sólida en la calzada.
La tapa del compartimento motor con aspecto brillante o la tapa de la batería de vidrio situada en el maletero establecen también visualmente la relación con la tecnología híbrida. Los listones del umbral iluminados y marcados con la inscripción Hybrid ponen de manifiesto con elegancia la procedencia eléctrica del automóvil cada vez que se accede a él y, gracias al uso de la tecnología de diodos luminosos, requieren un bajo consumo energético.
La inscripción Hybrid destaca también en el tablero de instrumentos. Además, un powermeter muestra el flujo de energía en el cuadro de instrumentos.
Fuente: Audi Prensa
