Iker Jimenez y el conductor....
El otro día sí que vi un caso curioso, merecedor de aparecer en Cuarto Milenio, y era que al salirse una rotonda y ver que no había suficiente espacio, el camionero paró y dejó salir al coche por no comérselo.
Ojo, que no digo que no suceda, pero es la primera vez que lo veo.
En la profesión del transporte, lo que ocurre es que pagan justos por pecadores, como todo en esta vida, sí bien, muchas veces la culpa es de vehículos que se meten por donde no deben, y también de esos fabulosos ingenieros de caminos...
Aquí en Navarra hay muchas rotondas muy mal ejecutadas, pequeñas para tráfico denso, con peraltes del revés, o con salidas muy cerradas.
Yo desde hace tiempo tengo la costumbre de esperar a que el camión salga de la minirotonda, o sino, ir detrás de él hasta encontrar la situación para adelantarlo con seguridad.
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