Hoy se cumplen dos semanas desde que llegó mi Passat a Santander. He llamado a Atención al cliente y van a comprobar cuándo lo mandan a mi concesionario, pero ayer aún no había salido de ahí (puede que haya salido hoy, aunque me la juego a que no).
Me parece una exageración que en dos semanas no lo hayan mandado y estoy bastante instatisfecho con esto. Podrán explicarme lo que quieran: que si la facturación, que si los planes de la empresa de logística... Pero todo eso me da igual, es su problema (el de VW). El mío es que no me han entregado un coche que, si hubiera ido andando a Santander el día que lo dejaron allí, llevaría días en mis manos. Estoy entre enfadado y triste: enfadado por lo que ya he dicho y triste porque me han quitado la ilusión por el coche. Supongo que el día que vaya a recogerlo, que veo difícil que sea antes del viernes 3, la cosa cambiará. Pero, como siga como hoy, voy a ser el cliente que sale del concesionario estrenando coche con la cara más larga. Si no fuera porque ya he pagado una señál, los mandaba a paseo. Y, por cierto, en este caso el concesionario creo que no tiene culpa ninguna. Cosa de la marca.