Telefónica no quiere despedir a 2 personas, quiere hacer un ERE, cosa que ya se podía hacer antes de la reforma laboral. Y lo quiere hacer porque aunque la empresa global (el conglomerado que forma telefónica con todas sus filiales en el mundo) gana dinero, Telefónica España lo pierde a espuertas. Y lo pierde, entre otras cosas, porque tiene un plantilla sobredimensionada que daba sevicio estatal cuando no había competencia y que heredó a un alto número de funcionarios (entre los cuales no estás tú, pero sí que los hubo como compañía estatal que fue).
De hecho, los planes originales, según he podido saber, contaban con despedir (que no es despedir, que es prejubilar con un sueldo bastante alto y que más de uno quisiera para sí por estar en casa tumbado) unos 13000 trabajadores, que después redujeron a 6000 para que el Estado no se pusiera demasiado en su contra.
De nuevo, no sé donde entra Zapatero aquí.