Piaggio cierra la fábrica de Derbi en Barcelona
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El Grupo Piaggio, propietario de la empresa Derbi desde 2001, ha decidido cerrar la fábrica de la marca española en Martorelles (Barcelona) para trasladar toda la producción a sus plantas en Italia.
Triste noticia para una de las marcas legendarias de la industria motociclista española, fundada en 1922 por Simeón Rabasa y que no sólo marcó una época en la motorización de todo un país sino que paseó también, con la gloria de la victoria, su nombre por los circuitos de competición del mundo entero.
La amenaza del cierre planeaba sobre la factoría de Derbi desde hacía meses, pero no fue hasta ayer cuando el grupo industrial italiano hizo pública su decisión. La justifica en la necesidad de potenciar las plantas de producción en su país, infrautilizadas en estos momentos como consecuencia de la crisis del sector y que recibirán ahora la fabricación de los modelos de Derbi.
Pese a que tanto CC.OO como UGT recordaron a Piaggio que la planta de Martorelles «no tiene pérdidas económicas y es una de las más eficientes del grupo», la decisión de la marca italiana parece inamovible.
La intención de Piaggio, al menos en una primera fase, es apostar por la diversidad de su oferta y con ella, mantener viva la marca española.
La política de concentración de Piaggio dejará sin su puesto de trabajo a cerca de doscientas personas. La decisión ha sido duramente criticada por los sindicatos, que han recordado que Derbi ha reducido sus costes de producción de forma significativa en los últimos meses y que, de hecho, son inferiores a los de otras fábricas del grupo en Italia. Piaggio ya cerró en 2003 otra de sus plantas españolas en Arganda del Rey (Madrid).
El departamento de Empresa de la Generalitat reconoció a ABC que tanto en 2006 como en 2009 Piaggio recibió ayudas económica para el desarrollo de proyectos de I+D en Derbi y, aunque no pudieron precisar la cantidad, señalaron en todo caso que fue esta modesta. Con el fin de Derbi en Cataluña, la industria de la motocicleta recibe un nuevo golpe tras el ya anunciado cierre de Yamaha en Barcelona (417 despidos), que traslada la producción de su fábrica en Palau-solità a Francia.
Con este triste cierre, ya son tres grandes marcas las que cesan su actividad en Cataluña en los últimos tiempos: en su día ya cerró Honda, ayer Yamaha y, ahora, Derbi, con lo que, la que en otro tiempo boyante industria catalana de la moto, quedará reducida a Gas Gas, Rieju y la renacida Ossa.
