Hace tantos años que fui a Austria que ya no recuerdo con exactitud muchos nombres y lugares, pero lo que si recuerdo es que Viena me cautivó y guardo muy buenos recuerdos de la ciudad, donde quiera que vas se respira música, la gente es reservada pero muy amable. No dejes de ir al Prater y subir a la Noria Gigante: desde lo alto de la Noria tendrás unas vistas preciosas de la ciudad; si puedes, reserva una noche para ir al barrio de Grinzing -es como un pueblecito tipico con casas bajas y jardines pero dentro de Viena- y cenar en una de las tipicas las tabernas (heurigen) donde sirven vino de cosecha propia, pero ten cuidado que no veas como pega el vinito... Otros sitios para ver: el Palacio de Schöbrunn, el Stadtpark...

Pasalo bien y ya nos contarás a la vuelta.