Desde que en 1986 comenzó a ser obligatoria la ITV en nuestro país, las empresas concesionarias instaron a la administración a que se instaurase un exhaustivo control para denunciar automáticamente a los que no acudían a pasar la inspección técnica obligatoria. Ahora parece que ya lo han conseguido...

7. Mayo 2013 - 10:00 | Antonio Regidor | Actualidad





Para poder controlar a todos los vehículos sin ITV a la DGT le faltaba una herramienta informática que conectase las estaciones ITV con los ordenadores de la administración y la DGT. Este nuevo sistema se denomina ITICI.

Casi la totalidad de las estaciones de inspección técnica de nuestro país ya están conectadas a la DGT, por lo que el resultado de la inspección es transmitido a Tráfico de manera simultánea a la emisión del veredicto al cliente. Con ello se consigue que los agentes de Tráfico, vía un terminal conectado a Internet, en un control de ciudad o carretera saben en tiempo real si un vehículo ha pasado satisfactoriamente la ITV, si debe acudir al taller para hacer una reparación o si, simplemente, tiene la ITV caducada desde hace tiempo. Pero hay más...

A partir de ahora no será necesario que nos pare un agente para multarnos por no haber pasado la ITV. Como la DGT tiene los datos de ITV de todos los vehículos, ahora, simplemente, cruzando los daros de la base de datos con los de la ITV, ya tienen automáticamente una lista con todos los vehículos sin ITV.

¿Y qué significa esto? Pues que la DGT nos mandará a casa un requerimiento para ir a pasar la ITV lo antes posible. Y si dentro del plazo establecido no vamos a la ITV, el segundo paso será enviarnos automáticamente una multa, de hasta 200 euros...

Este proceso, que está muy bien para aquellos que circulan con vehículos técnicamente peligrosos, no se adapta a la realidad de los vehículos clásicos e históricos, ya que muchos de ellos están en proceso de restauración y no pueden circular porque bien les falta piezas difíciles de encontrar, bien deben ser repasados mecánicamente en profundidad. Y es que motos y coches clásicos de 30, 40 o bien 50 años, suelen averiarse más de lo normal y su mantenimiento es más complicado.

Esperemos que la DGT contemple esta situación sin necesidad de engorrosos y caros trámites, de los que, por desgracia, vamos muy sobrados en este país.

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