Si es el taller al que sueles llevar el coche no creo que te vaya a poner problemas y arriesgarse a perder un cliente fiel. Yo hablaría con él tranquilamente, como tienes pensado, para que se haga cargo del arreglo. Si se hace el loco entonces sí que habría que ponerse serio y pedir una hoja de reclamaciones, pero vamos, que si es el taller de toda la vida no debería poner pegas.