Haz una prueba bien sencilla.
Desconecta el manguito de vacío que llega al pulmón del turbo, tapona la toma del pulmón del turbo y la toma del manguito de vacío (para que no entre nada ni se pierda vacío) y prueba el coche. Acelera tanto en vacío como circulando, y comenta si sigue el problema.