No es exactamente así, cuando tú compras un coche nuevo no es necesario pasar las revisiones en el concesionario oficial para poder disfrutar de la garantía de dos años. La ley es clara: cuando el consumidor es el que paga puede elegir el taller sin perder la garantía. Eso sí, se tienen que respetar las revisiones especificadas por el fabricante, es decir, los intervalos de sustitución, calidad de las piezas (tienen que ser las originales), puntos a revisar, etc. Vamos, que si tienes que hacer la revisión de los 30.000 km o cambiar las pastillas puedes ir a otro taller, siempre y cuando te monten piezas originales y se revise el coche como es debido.
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