Lo que el artículo dice es que, a día de hoy, la producción de partículas cancerígenas en las ciudades se debe fundamentalmente a los vehículos diesel, pero que no se puede culpar a todos los vehículos diesel por igual. De hecho, la mayor parte de la producción proviene de vehículos antiguos, sin filtro de partículas. Cuando se compara a los diesel modernos (Euro V) con los motores de gasolina modernos (también Euro V), el diesel emite menos partículas.

Hay que tener en cuenta que el trabajo original se envió a publicar en Octubre de 2016, lo cual significa que los datos probablemente sean de principios de 2016 o incluso de 2015. De hecho, no usan motores Euro VI. Hay coches de gasolina que ya montan filtro de partículas, así que los datos probablemente no sean representativos de la realidad actual.

La conclusión es por lo tanto que los motores diesel siguen siendo con diferencia la mayor fuente de emisiones de partículas debido a la gran cantidad de motores que siguen circulando sin DPF, y que por lo tanto tiene sentido una ley que restrinja la circulación de esos vehículos, pero no los diesel más modernos. Al menos no sin restringir también a los motores de gasolina por los mismos motivos.