Hace bastantes años hice una venta, y cuando vino el tío a recogerla desde Móstoles, vino con un coche amarillo, no sé si un Dodge o un Plymouth antiguo, de ese estilo (me parece surrealista tener ese coche en Móstoles), las dimensiones eran bestiales, no podía maniobrar en mi calle, le dabas a la chapa y era como darle al mármol. Gastaba gasolina sin conocimiento, no sé si me dijo más de 20 litros. Lo mantenía porque para él, era un seguro de vida, y me contó que saliendo de una gasolinera se le echó encima un coche que venía de frente, del otro coche murieron una pareja y él sólo se hizo un poco de daño en las cervicales, el coche apenas nada. Esta parte me cuesta creerla porque un coche que se comporta como un sólido rígido y no se deforme, ni absorba energía, no puede ser muy bueno en un choque frontal, pero bueno, es lo que me contó.