Pues yo ahora mismo tengo unos regalitos que me han dejado unos plumíferos blanquinegros en el O2 que no os quiero no contar. No se por dónde empezar, ya que por dentro también necesita una limpieza a fondo. Esta Semana Santa, cuando hay más tiempo libre y con bastantes mas medios que en aquí en la capital, hacía un frío de cataplines por mi tierra que a ver quien es el guapo que le mete mano al agua del caldero hasta con guantes. Solo le puse los guardafangos y los umbrales de puertas (tuve que limpiar con agua y alcohol para que pegaran) y terminé con las manos congeladas. Me daban ganas de calentar el motor, abrir el capó y plantarlas en el metal, porque los aireadores me sabían a poco cuando me marché.