Veo mucha sensatez en tus palabras. Para el ser humano mínimamente civilizado es fácil ponerse en la situación de las víctimas y sentir parte de su dolor, por lo tanto en ciertos temas delicados (terrorismo, corrupción de menores, malos tratos...) sentimos mucha rabia porque nos identificamos con las víctimas, eso es la compasión. Pero si la justicia se deja en manos de las víctimas pasaría a ser venganza, y la venganza es un arma de doble filo. No es fácil hablar de negociación en estos temas, y nunca se sabrá qué negociación sería la más justa: la que castigue por crímenes pasados o la que evite crímenes futuros. Y espero que nadie me malinterprete porque no quiero decir que se le conceda una amnistía a los asesinos ni mucho menos. Solo digo que hay que encontrar, por decirlo de alguna manera, uno de los muchos puntos intermedios para que la sociedad salga ganando.
Es un problema muy complejo que durante muchos años se quiso simplificar demasiado, y los problemas complejos tienen soluciones muy complejas.