Si te fijas un poco en las fotos del bar estamos al fondo de todo, medio ocultos por la pujante juventud.
El bar nuevo está guay, en la misma calle del otro, rotonda arriba, un par de esquinas. Llegamos a las 11 y cuarto y después Hephestos se dió cuenta que cerraban a las 11 y media. Pero supongo que en el fondo les salvamos el día, porque no había absolutamente nadie más que nosotros.