A Sainz le ha mirado un a procesión de tuertos, sinó no se explica.
El viaje que se metierón tuvo que ser grande, el coche se quedó hecho un guiñapo, pero aún así andaba (en el resumen del Dakar se vió como intentaba quitarlo de entre las piedras).
Si Sainz no está atento y le grita al cámara que pare al siguiente coche, Nani Roma los acaba aplastando, que venía mangado detrás.