Es importante no olvidar la limpieza de las llantas, una vez que la ferrita se incrusta en la llanta, es imposible sacarla sin dañar el barniz.
Los productos de limpieza agresivos no se recomiendan mas de dos veces al año, si bien limpiándolas frecuentemente no se incrustara la ferrita.
Una vez incrustada la única solución mandarlas a pintar.