A mí me gusta que haya de todo un poco. Que la mayoría no piquen pero de vez en cuando encontrar uno que sí . Con todo, recuerdo que una noche estaba comiendo un chuletón en un restaurante y los pusieron de guarnición. Comí tres y muy bien, pero al cuarto tuve que marcharme para el baño, se me caían las lágrimas, los mocos y parecía que tenía la boca llena de alfileres .