No, a simple vista no hay forma. El picante depende de la concentración de unos cuantos alcaloides en el interior de la planta, que se engloban dentro del grupo de los capsicinoides, creo recordar. El más abundante, y el que habitualmente te abrasa la boca, es la capsaicina. La ruta de síntesis de los alcaloides estos es bastante complicada y en ella intervienen gran número de enzimas diferentes. La concentración final de alcaloides, por tanto, es un carácter poligénico. Además, para terminar de liar la cosa, la ruta es inducible de forma ambiental pero se desconocen los factores inductores.
En general, lo que se hace es seleccionar variedades a razón de su picor, de modo que la gente se pueda comer los pimientos tranquilamente. Sin embargo, es sencillo que en los sucesivos cruces, aún dentro de la misma variedad, alguna de las plantas tengan una concentración de capsicinoides elevada. Si además los frutos se recogen en el momento justo y se crían en las condiciones óptimas, pues lo que resulta al final es un conjunto de pimientos en los que, por ejemplo, el 98% no pica, pero el 2% restante sí. Como por fuera todos son iguales, pues es una especie de ruleta rusa
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Con todo, puedes aplicar la mítica y veterana estrategia de "la puntita nada más", pero en este caso para probar los pimientos antes de engullirlos enteros